Productos vegetales en envases ecológicos
Envases ecológicos: La odisea de conseguir unos a la altura de nuestros productos artesanales
Cuando creamos Veggie Karma, sabíamos con certeza que, además de un producto gourmet, teníamos que conseguir que nuestros semicurados vegetales fueran: saludables, respetuosos con los animales y lo más sostenibles que se pudiera.
Dentro de la parte de sostenibilidad ambiental, juegan un papel importante los envases. El envoltorio en el que guardamos nuestros karmages al vacío, las cajas del packaging, los tarros de cristal, los chips que utilizamos para protegerlos, las cajas para los envíos y hasta la cinta para cerrarlas. Todo suma. (Y todo cuesta; económicamente y también a nivel esfuerzo. Sigue leyendo y lo entenderás)
Pero, antes de contarte nuestras peripecias, conviene aclarar algunos conceptos.
¿A qué llamamos envases ecológicos?
Se trata de aquellos envases que tienen un menor impacto ambiental que los envases convencionales. Pueden ser de muchos tipos, pero tienen algunas de estas características:
- Están hechos a base de materiales sostenibles - envases fabricados con papel, cartón, vidrio, aluminio o de materiales biodegradables o compostables.
- Contribuyen a reducir los residuos – los envases ecológicos están desarrollados con el fin de reducir la cantidad de residuos que se generan en el proceso de su producción, uso y eliminación. Esto puede incluir desde el uso de envases reutilizables o retornables, al de envases más pequeños o compactos o la eliminación de aquellos que no sean estrictamente necesarios.
- Contribuyen a la conservación del medio ambiente – en su producción se tienen en cuenta factores como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la conservación de agua y energía, y la reducción del uso de productos químicos nocivos.
- Son reciclables – se pueden reaprovechar y ser reintegrados en la cadena de producción. Esto ayuda a reducir la cantidad de residuos que se generan y a conservar los recursos naturales, que cada vez son más escasos.
¿Son los envases biodegradables lo mismo que los ecológicos?
No, los envases biodegradables pueden ser un tipo de envases ecológicos, pero no el único que existe.
Llamamos biodegradables a aquellos envases diseñados para descomponerse en el medio ambiente en un período de tiempo relativamente corto, por acción de microorganismos naturales, como bacterias y hongos.
De hecho, ni siquiera todos los envases biodegradables son necesariamente sostenibles. Algunos pueden requerir condiciones específicas para su descomposición y liberar residuos tóxicos al medio ambiente durante el proceso de degradación.
En todo caso, son opciones más sostenibles que los típicos envases de plástico.
¿Cuál es la diferencia entre envases compostables y envases biodegradables?
Aunque muchas veces las palabras ‘biodegradable’ y ‘compostable’ se utilicen como sinónimos, lo cierto es que no lo son. La diferencia reside en que:
Los productos biodegradables están fabricados con sustancias naturales y sintéticas que se descomponen gracias a la acción de microorganismos cuando están en contacto con el medio ambiente.
Por otro lado, los productos compostables están fabricados completamente con materiales naturales y se convierten en compost mediante la acción humana. Los productos compostables tardan menos tiempo en descomponerse que los productos biodegradables.
El compost se obtiene a partir de la biodegradación de un producto rico en materias orgánicas y sin ningún elemento tóxico, por lo que se puede usar como abono para las plantas.
Envases sostenibles que utilizamos en Veggie Karma
A la hora de envasar nuestros quesos fermentados, nos encontramos con dos retos:
- El primero: encontrar un envase que conservara nuestros quesos vegetales el mayor tiempo posible. Puede sonar fácil, pero fue complicado porque hablamos de productos fermentados que no llevan ningún tipo de conservantes.
- El segundo: que los envases fueran lo más sostenibles posible. Partiendo de la base que nada es 100% sostenible, una de las ambiciones de Veggie Karma ha sido siempre minimizar nuestro impacto ambiental al máximo.
Con esto en mente, hemos investigado mucho, probado y fallado en múltiples ocasiones, hasta llegar a lo que tenemos hoy en día.
A continuación, la lista detallada. No es definitiva, pues en el ADN de nuestra pequeña empresa está la mejora constante, pero de momento cumple su función (al menos de momento):
H3: Bolsas compostables
Son la capa en la que envolvemos al vacío los semicurados vegetales, el Karmesano y la Monella. Se trata del envase que más quebraderos de cabeza nos ha dado ya que al estar en contacto directo con los quesos, afectan su conservación.
Pero, su búsqueda también ha hecho que mejoremos nuestro producto. Ahora los quesitos vegetales tienen un periodo de curación más largo que cuando empezamos. Esto, aparte de aportarles un sabor más intenso, nos ha permitido poder incorporar el uso de bolsas compostables.
En nuestro primer año de vida, hacíamos quesos que tenían mucha más humedad (textura parecida un poco al queso fresco), lo que hacía imposible que se pudieran envasar en otra cosa que no fuera plástico.
Tras empezar a curarlos más, conseguimos cambiar el plástico por un papel compostable. A nivel sostenibilidad era mejor, pero la vida útil de nuestros quesos vegetales apenas superaba el mes.
Esto que parece baladí, afectaba a nuestra posibilidad de ampliar mercado, ya que muchas tiendas no querían arriesgarse a comprar un producto nuevo con una fecha de caducidad tan reducida. Además, dado que el envasado al vacío en papel está lejos de ser perfecto, en algunos casos aparecía moho, lo que nos acarreó algún que otro problema y nos llevó a poner más empeño en la búsqueda de otra solución.
Después de muchas y muchas búsquedas tuvimos un momento ‘¡Eureka!’. Descubrimos las bolsas compostables, que son las que utilizamos hoy. Sin embargo, aquí no han acabado los problemas. Si te preguntas el porqué, aquí te dejo varias razones que te ayuden a entender lo complejo que puede llegar a ser todo cuando eres pionero en un sector:
Al ser un producto que no tiene mucha demanda, algunos de los proveedores con los que hemos trabajado han tenido que cerrar porque su negocio no consiguió ser rentable. (A otros los hemos cambiado por mala calidad, pésima atención al cliente, demoras en los tiempos de entrega, etc.). Así que, el cambio ha sido la constante.
- La bolsa compostable tiene un precio 6 – 7 veces superior a la bolsa de plástico, lo que añade un coste extra al producto final.
- A día de hoy, ningún compostable ha conseguido emular la elasticidad del plástico. Esto implica que en el proceso de envasado al vacío se puedan crear micro perforaciones. Estas son tan pequeñas que no son visibles al ojo humano y hacen que el aire entre poco a poco y afecte a la calidad y durabilidad de nuestros quesos.
¿Cómo lo resolvemos? Tras envasarlos, los dejamos en el obrador reposando una semana para asegurarnos de que están en perfectas condiciones, algo que nos genera problemas de espacio y disminuye un poco nuestra eficiencia. Pero vale la pena. El cariño y entusiasmo con el que nos describes tu experiencia con los productos Veggie Karma es lo que nos motiva a seguir trabajando.
Antes de pasar al siguiente envase, si conoces a alguien que haya inventado la bolsa compostable perfecta, escríbenos y háznoslo saber. Sería todo un descubrimiento.
Por cierto, para desecharlas, tíralas junto a otros restos de comida al cubo de basura orgánica.
Cajas de cartón
Las cajas de nuestros semicurados vegetales son de cartón y, por lo tanto, se pueden reciclar. Además, hemos tenido la suerte de encontrar un buen proveedor casi desde el principio, así que solo nos ha costado un par de cambios.
Lo único que ha sufrido cambio es el rediseño, del que por cierto estamos bastante orgullosos.
Para reciclarlo, tíralo en el contenedor de cartones.
Envase de vidrio
Envasamos el Lover Dose (los cubitos en aceite tipo feta) en un tarro de vidrio. Al principio empezamos con los típicos tarros cuya tapa está unida al bote con un pequeño enganche de aluminio.
Eran muy bonitos, reciclables y, tal y como nos contaron muchos de nuestros clientes, venían muy bien para reutilizar. Sin embargo, hacían tal vacío que resultaba súper difícil abrirlos. Tanto, que llegó a suponer un problema y decidimos cambiarlos.
A día de hoy utilizamos el típico bote de vidrio con rosca, que viene cerrado con una tapa de aluminio. No es tan bonito como su antecesor, pero resulta más práctico.
Se recicla tirándolo al contenedor de vidrio, sin la tapa. Ésta tiene que ir al contenedor amarillo, el de los envases.
Chips de relleno Renature
Son las bolitas que ponemos en las cajas cuando enviamos los Lover Dose. Crean un fuerte acolchado protector resistente a las vibraciones y evitan que los botes de cristal se rompan.
La mayoría de este tipo de chips para embalaje están hechos de poliestireno, un plástico sintético derivado del petróleo, que no es biodegradable y que tarda cientos de años en descomponerse en el medio ambiente.
Es cierto que se pueden reutilizar y reducir así su impacto ambiental, pero su producción requiere grandes cantidades de energía y recursos, algo contrario a la filosofía de Veggie Karma.
En su lugar hemos optado por los Chips Renature, que tienen un precio más elevado, pero son 100% biodegradable, compostable y libre de residuos. De hecho, se deshacen en agua, así que los puedes tirar sin problemas con los desechos orgánicos.
Plástico de burbujas
Otra solución para proteger el vidrio es el plástico de burbujas y es algo que sí utilizamos ocasionalmente. PERO, lo hacemos por reutilizarlo. Así que, para aquellos que nos habéis dado un toque al recibirlo, aquí va la explicación.
Algunos de los envíos que recibimos de nuestros proveedores vienen acompañados de este tipo de material. (Algo que por desgracia escapa a nuestro control). Aunque somos conscientes de que no es muy eco friendly, nuestra manera de hacerlo más sostenible es reutilizarlo.
En vez de tirarlo y contribuir más al problema, decidimos reaprovecharlo y ser parte de la solución. Nuestro consejo es que hagas lo mismo. Guárdalo y utilízalo cuando te haga falta proteger algo frágil.
Cinta adhesiva
Para cerrar las cajas de cartón en las que enviamos los pedidos utilizamos cinta adhesiva hecha de papel kraft, un tipo de papel resistente y duradero hecho de pulpa de madera.
A diferencia de otras cintas adhesivas, la cinta de papel kraft no contiene plásticos y es biodegradable, lo que la hace más respetuosa con el medio ambiente.
Además, se adhiere muy bien a la superficie de cartón y se puede romper fácilmente con la mano, sin necesidad de tijeras. Así tardarás aún menos en abrir esos quesitos vegetales que tanto te apetecen y podrás saborearlos sin demoras innecesarias.
Conclusión
Además de elaborar quesos vegetales saludables y con un sabor para chuparse los dedos, en Veggie Karma nos preocupamos por reducir al máximo nuestro impacto ambiental. Por eso, el 100% de los envases que utilizamos son la solución más sostenible que hemos sido capaces de encontrar.
Sabemos que siempre se puede seguir mejorando en todos los aspectos, así que siempre estamos atentos a las opiniones de nuestros clientes y amigos. Si quieres hacernos algún comentario o sugerencia relacionados con nuestros envases o nuestros quesitos, recuerda que puedes escribirnos a contact@veggie-karma.com o a través de nuestra cuenta de Instagram @veggiekarmafood.com
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